En un emocionante descubrimiento arqueológico, los investigadores han revelado algunos detalles sobre Klounioq, la antigua ciudad celtibérica que precedió a Clunia. Estos hallazgos proporcionan aportes interesantes sobre la vida y la cultura hace más de dos mil años.
Acaba de ser conocido un dato fiable de la única datación hasta la fecha: la muralla de sillarejo del castro se remonta, al menos, hasta el siglo III antes de nuestra era. Huesecillos y un colmillo de jabalí joven, granos de cereal quemados y carbones insertos en una bolsada de arcilla situada entre el sillarejo de la muralla han dado esa fecha en los análisis de carbono 14 realizados en Estados Unidos. “Podría tratarse de una ofrenda ritual relacionada con el inicio del levantamiento de la muralla en esa época”, aventura el arqueólogo e historiador Luis Valdés.
Contexto Histórico
La ciudad celtibérica, conocida como Klounioq, se remonta al siglo III a.C. y existió antes de la fundación de Clunia. Ubicado en la provincia de Burgos, este oppidum fue un importante enclave estratégico, situado en la divisoria de las etnias arévaca con la vaccea.
El castro se enfrentó al ejército romano republicano en dos asedios conocidos por las antiguas fuentes clásicas. Es citado por primera vez por Ptolomeo (Gr. II, 6, 55), al que seguirá Plinio (HN. III, 4, 26) que lo designa como el “confín de la Celtiberia”. Posteriormente, Livio recoge que en Klounioq, Pompeyo asedia a Sertorio en el 75 d.C. Y Dión Casio (39, 54) narra el asedio frustrado y la retirada de Metelo Nepote en el 56 d.C.
Los descubrimientos
Los arqueólogos han estudiado parte de una muralla defensiva que rodeaba la ciudad. Esta estructura construida con piedras talladas, demuestra la importancia estratégica de Klounioq que al inicio del siglo III a.C. había sido fortificada con una muralla de piedra, lo que le sitúa en consonancia con los grandes asentamientos arévacos como Numancia y los vacceos como Cauca o Pintia. Ahora se abren muchas incógnitas históricas y científicas como ¿si la muralla padeció un asalto con maquinaria de guerra?
También se han realizado excavaciones preliminares en el punto en el que localizamos la bolsada de arcilla porque la tradición sostenía que allí se localizaba una de las puertas de entrada a Klounioq. Los investigadores continuarán explorando el sitio arqueológico, y se espera que futuros hallazgos nos ayuden a comprender mejor la vida en Klounioq y su influencia en la posterior Clunia.
Fuentes: Radio Aranda, Diario de la Ribera y La Razón